domingo, 31 de julio de 2011

GUAPOS Y GUAPAS DEL PERU

En primer lugar hay que definir qué es ser guapo.

Para este caso, vamos a establecer o delimitar el objeto en estudio. Para toda referencia a la palabra guapo o guapa en esta nota y solo para efecto de esta nota, reitero, entenderemos solo la belleza física, pura, sin considerar simpatía, carisma, inteligencia, don de gente, belleza espiritual, etc.

La belleza física es contextual, es decir que tiene que ver con cómo se ve cada cosa al lado de las demás. La distancia de los ojos a la nariz, y luego de esta a los labios, el ancho de estos últimos y como se insertan en el rostro.

Al respecto hay tres teorías, las que no son excluyentes si no que se unen entre sí:

La teoría de las proporciones:
Es la más reciente. Establece que los objetos (incluyendo rostros y cuerpos) que percibimos como bellos tienen proporciones matemáticas y geométricas basadas en el número de Fibonacci. El número de Fibonacci es una progresión en la que el número siguiente es la suma de los dos anteriores. Arranca en 1, el anterior es cero o nulo, entonces 0 más 1, 1, luego 1 + 1 = 2, después 2 + 1 =3, así:

1 - 1 - 2 - 3 - 5 - 8 - 13 - 21 - 34 - etc.

La mayoría de plantas crecen formando hojas en esa proporción al igual muchos caracoles respecto a las curvas de su concha. En el cuerpo humano esas proporciones se cumplen en la distancia del hombro al codo, del codo a la muñeca y la mano, en los cuerpos que consideramos proporcionados, como en los cuadros de Da Vinci o las esculturas de Miguel Ángel. Lo mismo sucede con la distancia entre los ojos o la proporción frente, nariz y boca.

La teoría de la salud – la supervivencia de la especie:
Entre las funciones o necesidades más básicas del ser humano están la alimentación y la reproducción. Ambas cumplen la finalidad de garantizar la supervivencia del individuo y la especie. Cuando un individuo busca reproducirse, es decir tener sexo, se siente atraído por otro individuo con características físicas que representen un estado saludable de manera que se puedan garantizar buenos genes para la próxima generación. Así en un inicio de la especie el macho buscaba en la hembra senos voluminosos y caderas anchas, estos garantizaban una buena alimentación al futuro vástago, el embarazo seguro y el parto poco traumático. La hembra buscaba en el macho hombros anchos y músculos fuertes, a fin de que este pueda garantizar el sustento mediante la caza y la recolección. Esta búsqueda se ha mantenido hasta la actualidad a pesar del desarrollo, dado que está íntimamente ligada a nuestro código genético.

Otros indicadores son el aspecto de la piel, brillo del cabello, el volumen muscular, la agilidad, rapidez, etc. Que no son otra cosa que variable que le dan al cerebro información acerca de la salud del otro individuo. La teoría de la proporción se mezcla con esta por cuanto en la naturaleza la proporción o simetría son signos de salud.

La teoría de los promedios:
Esta teoría indica que nuestro cerebro genera un ideal conforme a un algoritmo que produce un promedio de todos los rostros que vemos. Así para nuestro cerebro el rostro más bello es aquel que encaja mejor con el promedio generado.

Esta teoría explica muchas cosas, como por ejemplo porqué a una muchacha de un pueblo andino no le resultan atractivos los miembros de su propia comunidad. La respuesta está en el acceso a televisión y revistas, sin contar todavía a internet. Los medios de comunicación masivos nos entregan diariamente miles de imágenes que en la mayoría de casos no se corresponden con nuestra realidad cotidiana. Entonces lo que se produce es una distorsión de la realidad porque la llamada belleza visual que buscamos (en función al promedio que ha generado nuestro cerebro) no se corresponde con los sujetos que existen en nuestro medio real.

Ese es el gran daño (entre otros) que causa la televisión. Muchachas de rasgos indígenas o mestizos consideran como ideal de belleza a jóvenes castaños de ojos azules y lo mismo ocurre con chicos que desprecian a sus compañeras y piensan que la modelo rubia de ojos verdes y cuarenta y cinco kilos es la pareja perfecta. El problema no es que la persona no pueda a la larga encontrar a una pareja con esos requisitos físicos, el problema es la falta de identidad con su grupo étnico y por tanto una falta de identificación consigo mismo. No es raro el caso de muchachos y muchachas que niegan su etnia y sus orígenes y en consecuencia sufren por ese hecho generando, a la larga, traumas internos que al no superarse deterioran su autoestima.

El cerebro si bien está diseñado para captar toda la información que se le brinde, y al hacerlo nos aleja de la integración con el grupo social, variando el propósito original del promedio que era la identificación con el grupo para fines de supervivencia.

* * *

En consecuencia como se podrá dar cuenta el lector, las tres teorías se integran. El modelo de guapo de un adolescente peruano actual es el promedio de los actores de moda en Hollywood más los actores de la series televisivas limeñas, que por cierto se esmeran en mantener el perfil europeizado, si bien existen galanes con rasgos andinos, la proporción es menor y en esta caso no estamos hablando de cuota o participación cultural si no de promedios.

El problema respecto a la última teoría no tiene solución, sobre todo si hay falta de educación. ¿Cómo convencer a las personas que los pilotos de fórmula uno, los surfistas australianos y los futbolistas daneses no son más guapos que cualquier buen muchacho de los andes puneños? ¿Cómo convencer a las personas que las rubias californianas, las modelos italianas y las actrices zuecas no son más guapas que las lindas chicas de Huancayo? La teoría del promedio es poderosa, y más poderoso aún es el condicionamiento social que ejercen el resto de víctimas de la teoría de los promedios basada en el modelo televisivo.

Alguien me comentó: ¿Porqué no hay hombres realmente guapos en el Perú? La respuesta es que si hay, solo que depende del promedio mental de quien mira. Si se está buscando frente al promedio de la televisión, (para mi generación los Brad Pitt, Tom Cruise, Jhonny Deep, etc.) entonces no hay, salvo que sean descendientes más o menos directos de europeos como el piloto Hart, Diego Bertie, Cristian Mayer o Jaime Bayly en el Perú. Es decir peruanos guapos, conforme al modelo europeo: sí hay, pero precisamente porque son descendientes más o menos directos de europeos. ¿Cuándo valorizaremos a los Yupanqui, a los Condori y Mamani? ¿Son guapos y guapas? Yo creo que sí, pero tenemos que replantear nuestros estándares.

Los que tenemos la oportunidad tenemos que mirar mejor al interior del país y el grupo social, así como redescubrimos la cocina, el arte y la cultura, mirémonos a nosotros mismos como lo que somos. Admirar nuestras pieles morenas (que resisten mejor los rayos del sol), nuestros rostros cobrizos con vivaces ojos negros y pardos, nuestras imponentes narices aguileñas y aprendamos a sentirnos como lo que somos y sentirnos orgullosos de ello, mestizos saludables, peruanos guapos.

2 comentarios:

  1. Buena nota Miguel, buena reseña, Tan cierto Miguel, aunque funciona para ambos lados en realidad, mira que los gringos ven a los nuestros como nosotros a ellos… ahora, en realidad cual es el que pesa mas sobre los demas? Para los estandares de moda si es cierto la simetria esta como base, luego los rasgos marcados y la etnia estan marcando una diferencia de lo que es “bonito” pero tambien hay un entorno que hace que la gente se vea mas “guapa”, fijate a los futbolistas, las mujeres dicen “porque ser{a tan lindo” y no lo es, simétricamente, pero la fama, sus millones y sus logros lo hacen atractivo tambien, que se parece a la segunda teoria, pero no es netamente salud.

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    1. Clau!! recién puedo contestarte, increíble. Sí pues, a menudo sucede eso, pero creo que no excluye lo anterior, lo integra en realidad. También existe la atracción por interés, pero no te olvides que al principio del post fijamos el marco teórico, solo belleza física. Un abrazo.!

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