martes, 28 de junio de 2011

EL CAMINO DEL PERDON

Hoy estuve leyendo un libro de Louise L. Hay titulado “Sana tu cuerpo”, donde encontré un texto con palabras muy simples y verdades enormes.

No voy a hacer una referencia al libro, porque me gustaría que lo lean. Espero de corazón que lo hagan y además que lo compartan. Sé que para muchos no son conocimientos nuevos o novedosos, pero para muchas personas que vienen sufriendo sí, y sé que será de mucha ayuda. (Si desean se pueden comunicar conmigo y gustoso les enviaré el libro en formato .pdf)

En mi caso, aprendí estos últimos años que no hay nada mejor que la paz. A veces los paradigmas de la niñez y la adolescencia nos hacen creer que se debe vivir siempre en preocupación, preocupados de mañana, preocupados de la escasez (de la actual y de la futura), de la culpa y de la tristeza.

Para alguien que ha vivido en un hogar donde la tristeza era una constante, es difícil asimilar la alegría como una realidad. A veces se ve la alegría como un hecho lejano, propio de los hogares de otros y nunca del propio. Como además en los hogares felices se percibe abundancia (no solo material) se empieza a asumir equivocadamente que la felicidad es una consecuencia de la abundancia.

A mí me tomó casi cuarenta años darme cuenta que es exactamente al revés, que la abundancia es una consecuencia de la felicidad y que a su vez la felicidad es un resultado de la paz y el amor.

Sigo en proceso de aprendizaje, soy consciente de que me falta adquirir una relación más solida con el amor y la paz. Pero creo haber comprendido al fin como funciona lo que me rodea, me hubiese gustado aprenderlo mucho antes, pero pienso también que fueron necesarios los golpes, malas experiencias, errores y sufrimientos pasados para poder llegar a este punto.

En este largo tránsito aprendí algo acerca del perdón y el arrepentimiento. No sirven los “no lo vuelvo hacer” o “lo siento” o “discúlpame” si de por medio no hay una firme voluntad de efectivamente no volver a cometer el error o causar el daño o sufrimiento.

De otro lado no sirve perdonar si luego de ello no se percibe una clara sensación de paz respecto a lo sucedido. Perdonar y ser perdonado. Es el primer paso del camino hacia el amor. Hacia el amor a los semejantes y sobre todo el amor a uno mismo.

Es complicado cambiar. Los paradigmas se aferran a nuestra mente como el hollín a las paredes de un horno sucio y viejo. Pero todo es posible. Todo está en la voluntad. Cambiar una idea por vez, una idea cada día o cada semana, a nuestro propio ritmo.

Es necesario ser perdonado, pero sobre todo perdonar. Hay que dejar espacio para los pensamientos de amor, de abundancia y de felicidad.

A este punto no me quedan más palabras y quiero citar a Louise L. Hay:

“En lo profundo del centro de mi ser hay una fuente infinita de amor. Ahora permito que este amor aflore a la superficie. Este amor llena mi corazón, mi mente, mi conciencia, mi ser, e irradia en todas direcciones, y retorna a mí multiplicado. Cuanto más amor utilizo y doy, más tengo para dar, la provisión es infinita. El empleo del amor me hace sentir bien, es una expresión de mi alegría interior. Me amo, por lo tanto, cuido mi cuerpo amorosamente. Con amor lo sustento con alimentos y bebidas que me nutren; con amor lo arreglo y lo visto, y mi cuerpo me responde con amor, con salud y energía vibrantes. Me amo, por lo tanto me procuro un hogar acogedor, un hogar placentero y que llena todas mis necesidades. Lleno las habitaciones con las vibraciones del amor, para que todo el que entre, yo incluida, se inunde de amor y se nutra con él.

Me amo, por lo tanto realizo un trabajo que disfruto haciendo, un trabajo que utiliza todos mis dones y capacidades; trabajo con y para personas a quienes amo y que me aman, y tengo buenos ingresos. Me amo, por lo tanto pienso con amor y me comporto con amor con todas las personas, porque sé que lo que doy vuelve a mí multiplicado. Sólo atraigo a personas amables a mi mundo, porque ellas son un reflejo de lo que soy. Me amo, por lo tanto perdono y libero el pasado y todas las experiencias pasadas, y soy libre. Me amo, por lo tanto vivo totalmente en el presente, experimento cada momento como algo bueno, y sé que mi futuro es brillante, dichoso y seguro, porque soy una criatura amada del Universo, y el Universo cuida de mí con amor, ahora y siempre. Y así es.

Te amo.”

5 comentarios:

  1. Vaya qué bonita nota Miguel!!! Corta, auténtica y con un gran mensaje. Aprender a perdonarnos para encontrar la paz es ciertamente necesario, suena a veces sencillo pero no lo es. Felicitaciones por tan inspiradora nota. Un abrazo :)

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  2. Gracias Gretha! Efectivamente es una gran labor encontrar la paz, pero creo que vale todos los esfuerzos.

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  3. Que rico cae leer estas cosas de vez en cuando, yo quiero el PDF, espero de todo corazón que logres la paz y el amor que necesitas en tu vida, eres un ser estupendo, esas declaraciones y la mentalidad atraerán más cosas y gente buena a tu vida. Besos!!

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  4. Super y amado Miguel, genial, que gusto que ese camino sea parte de tu vida, me anoto, me pasas el libro? morgan.claudio@gmail.com te lo agradecere mucho! mis respetos y abundancia en todos los planos de vuestra vida

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  5. Arely y Claudio! recién puedo contestar sus posts! Muchas gracias por sus comentarios, los quiero mucho!! un fuerte abrazo para los dos!!!

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