sábado, 21 de mayo de 2011

SOLO QUE NO ME DI CUENTA

Recientemente revisando algunos artículos míos publicados en una revista especializada, me di cuenta que el editor había borrado todas las tildes que yo con mucho esfuerzo había puesto en las palabras “sólo”. La palabra solo (o sólo) es una de mis palabras “problema” cuando escribo. Casi nunca puedo determinar mientras escribo si son adverbio o adjetivo, así que usualmente hago la corrección de los “solos” en una lectura final y allí agregaba las tildes que a mi parecer iba olvidando.

Yo no soy un lingüista o un experto en el tema, así que la operación era simple, recordaba a mi profesor de lengua y literatura de la secundaria que me dijo alguna vez: “la palabra ‘solo’ lleva tilde cuando equivale a solamente” y con esa regla cual espada medieval me batía en duelo contra las reglas de la ortografía.

Resulta que anoche, al averiguar concienzudamente el porqué mi editor había eliminado las tildes antes referidas, me di cuenta que la regla que aprendí en la secundaria ya no tiene validez. En resumen: La nueva regla es que la palabra “solo” no lleva tilde nunca. Hasta allí la noticia es buena porque significaría que (a pesar de mis errores gramaticales, que además todavía podrán apreciar en los posts pasados en este blog) ya no tendría que preocuparme nunca más de pensar cuándo es que “solo” quiere decir “solamente”. Pero como la academia de la lengua, que por alguna misteriosa razón, es especialista en dictar reglas siempre con excepciones… resulta que a pesar de todo, a veces “solo” sí lleva tilde.

¿Y cómo es esa excepción? Veamos primero la regla: Al ser “solo” una palabra grave o llana que termina en vocal, la regla general dice que no lleva tilde, al igual que sapo, mono, taco y tela.

Pero “solo” tiene dos posibles comportamientos como indiqué al principio de la nota, estos son como adverbio y como adjetivo, otro menudo problema porque hay que saber cuándo es adverbio y cuándo es adjetivo. En fin. En mis propias palabras y tal como yo lo entiendo (que me perdonen Marco Aurelio y la señora Martha) el adjetivo tendría que agregarle una calificación al verbo. Así si Juan está caminando (verbo caminar), no se sabe si Juan camina rápido, despacio, con compañía o no, en ese caso si “Juan camina solo” entonces la palabra agrega un atributo al verbo y se comporta como adjetivo y no lleva tilde (ni ahora ni antes).

Ahora si “Juan come carne pero no pescado” resulta que se podría decir que “Juan solo come pescado”, (aquí es adverbio) y según las reglas que aprendí en la secundaria – y que ya no son válidas desde el año 1999 – ese “solo” tendría que llevar tilde porque se puede reemplazar con “solamente”, así “Juan sólo come pescado”. Pero con las reglas actuales ya no es necesario porque aparentemente a nadie se le ocurría pensar que “solo” se refiere a soledad, entonces al no haber ambigüedad no se necesita la tilde. Es decir la excepción es que la tilde se usa solamente para eliminar una posible ambigüedad en el uso de la palabra “solo” en una oración a fin de que el lector no la interprete como adverbio cuando en realidad se quiso poner como adjetivo.

Hagamos una frase más bonita: “Juan solo comía pescado en ese viejo restaurant.” Entonces con las viejas reglas ese “solo” llevaría tilde, con las modernas no. Cualquier lector (según la academia) se daría cuenta de que “solo” está operando como adverbio.

Ahora: “Juan solo, comía pescado en ese viejo restaurant.” ¡Magia! Acabamos de convertir ese “solo” en adjetivo con una simple coma, ¿Y el verbo? Es “comía”, o sea Juan comía solo, solito, en soledad. En este caso no lleva tilde ni ahora ni antes del 99. Es redacción nada más.

El otro tema es si todos los lectores están en la capacidad de reconocer un adverbio de un adjetivo, yo creo que en el Perú no, pero cuando un ingeniero diseña un auto pone su mejor esfuerzo en él aunque los que lo conduzcan luego no sepan distinguir entre una bujía y un inyector.

¿Cuándo se produce la ambigüedad? A ver: “Juan caminó solo por la avenida” ¿”Solo” es adverbio o adjetivo? Si la frase se suelta sola, la tilde tendría que ayudar, al no tener tilde tendría que interpretarse como adjetivo. Si Juan caminó solamente por la avenida, cuando pudo haber caminado por otros lugares, la palabra “solo” llevaría tilde, pero si Juan caminó sin compañía por la avenida, no lleva tilde. Me parece que las ambigüedades aparecen más con frases sueltas. Además resulta algo complicado percibir bien cuando de verdad se está produciendo una ambigüedad. Veamos ahora:

“Juan, esta vez dejó a su perro Nerón en casa y caminó solo por la avenida.” ¿Se resuelve el problema? Parece que no, pues al margen de la presencia de Nerón, todavía puede referirse a que caminó por la avenida cuando pudo haber caminado por el parque, en cuyo caso “solo” llevaría tilde. Sin embargo y regresando a que no todos los lectores podrían identificar el sentido de la oración, lo más aconsejable parece que será en lo posible eliminar la ambigüedad por la redacción y no por el uso de la tilde, por ejemplo: “Juan caminó por la larga avenida, sintiéndose solo ya que esta vez dejó a su perro Nerón en casa.”

Como podrán ver he sido egoísta en esta nota, la escribí en gran medida para poner en blanco y negro un concepto que no tenía claro cuando empecé a escribirla. A mí ya me quedó cristalino. Evitaré usar “solo” y procuraré evitar también ambigüedades, así tal vez mi editor no se moleste cuando encuentre la palabra “solo” con tilde, cuando mi intención fue solo tratar de cumplir una regla que me enseñaron en la secundaria. Espero también que la nota les sirva no solo a los que por su trabajo tienen la obligación de redactar, si no a los que solo disfrutan escribir, como yo, tan solo por placer, aquí solo frente a mi computador.

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